Olaf, nuestra primera lechuza con la que hemos empezado a trabaja en el hacking de Alpandeire, ha empezado a independizarse, fue muy emocionante comprobar cómo una madrugada, la cámara que tenemos instalada en su cajón no nos visionó la imagen de Olaf, también decir que el cortisol se nos fue por las nubes a todo el equipo de trabajo de RASTREA Y GREFA Andalucía, pensando que en su primera salida hubiera tenido algún tipo de percance, pero no, pronto supimos de ella, una vecina del pueblo la pudo ver en la calle y fotografiarla, a la mañana siguiente la pudimos visionar nuevamente en su cajón, desde entonces todas las noches sale de parrangueo, aprendiendo lo vital para su supervivencia, la caza.
Hemos visto nidos de avión destrozados, por lo que suponemos que algún pollo o adulto habrá cazado ya hurgando en los interiores de estos, En cuestión de tiempo se independizará por completo y hallará un nuevo cubil donde vivir, y nosotros continuaremos con nuestro trabajo de devolver a la naturaleza a estas magníficas aves que jamás debieron de desaparecer de este bello pueblo de Alpandeire.
Preparándose para una nueva salida
Queremos aprovechar desde aquí, para darle las gracias a la comunidad cetrera, que están colaborando con nosotros en este proyecto de recuperación de la lechuza, como es el caso de Vicente Aceña, que además es socio fundador de RASTREA, a Virginia Arrebola Carrión, una excelente criadora de rapaces y directora del Centro de Educación Ambiental "La Dehesa", a David, compañero de la Estación Ambiental Madre Vieja en Cádiz, que nos cedió un macho adulto de lechuza, y a Maribel y Plácido de la Cañada de Los Pájaros, que además de su ardua labor científica para la recuperación de aves acuáticas también nos están ayudando con la aportación de pollos de lechuza así como su asesoramiento en nuestro trabajo. Faltan más pero no tendríamos espacio aquí para nombrarlos.
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